Llegan las vacaciones y, con ellas, ese anhelo profundo de parar, descansar, soltar. Pero… ¿lo hacemos de verdad? ¿o simplemente cambiamos el escenario y seguimos con el mismo ritmo, solo que en chanclas? La desconexión digital en vacaciones se ha convertido en un reto real. Porque el móvil sigue a nuestro lado: en la playa, en la mesa, en la tumbona. Y claro, “solo voy a mirar un momento…” se convierte en una hora de scroll sin darnos cuenta.
Descansar también es apagar notificaciones
Estar disponible 24/7 nos pasa factura. Incluso cuando no hay reuniones ni jefes escribiendo, seguimos pendientes de los grupos, los likes, las noticias. Vivimos en un modo alerta, incluso de vacaciones.
Y aunque parezca inofensivo, esa hiperconexión nos aleja del aquí y ahora. Nos desconecta de quienes tenemos delante. Nos impide escuchar lo que de verdad necesitamos: respirar, observar, estar.
Entonces, ¿es un reto o una necesidad? Las dos cosas. Es un reto porque estamos enganchados. Pero también es una necesidad urgente para recargar de verdad. Porque no basta con cambiar de lugar si llevamos el estrés en el bolsillo.
Ideas para una desconexión digital posible (y amable)
☀️Define horarios sin pantalla. Por ejemplo, sin móvil en comidas o dos horas antes de dormir. Activa el modo vacaciones. Informa a tus contactos clave y silencia notificaciones.
☀️Cambiar el scroll por un paseo. A veces solo necesitamos mover el cuerpo y mirar el cielo. Pon el móvil en modo avión una tarde entera. Verás que el mundo no se acaba. (Prometido)
☀️Haz algo solo para ti. Leer, dibujar, escribir, dormir. Sin compartirlo. Sin likes. Las vacaciones pueden ser una gran oportunidad para reconectar con lo simple. Con lo real. Con lo analógico, incluso. Así que si este verano sientes el impulso de desaparecer un poco del mundo digital… ¡hazlo!
La desconexión digital en vacaciones es un acto de autocuidado profundo. Un regalo que te haces. Descansar de verdad también es dejar de estar todo el tiempo disponible para el mundo y empezar a estar disponible para ti.
¡Cuídate y date permiso para vivir este verano a tu ritmo!