Según la OMS (2024), la salud mental es un estado de bienestar que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar todas sus habilidades, aprender y trabajar adecuadamente e integrarse en su entorno. La salud mental tiene un valor intrínseco y fundamental, y forma parte de nuestro bienestar general.
Los problemas de salud mental pueden afectar a todos los ámbitos de la vida, tales como las relaciones con los familiares, los amigos y el entorno social; es decir, todo aquello que realmente nos importa.
La importancia de validar nuestras emociones
¿Has notado que últimamente estás más irascible? ¿Te reconoces cuando te miras al espejo? ¿Has pensado que la situación te está asfixiando? ¿O que no encuentras salida a tus problemas?
Muchas veces escuchamos a amigos, familiares, influencers… hablar sobre los problemas que tienen, y seguro que hemos pensado: “Bueno, no es para tanto”, o incluso: “Madre mía, y yo me estoy quejando de mis problemas”. Pero me gustaría comentarte que ni un pensamiento ni otro tienen razón, porque los problemas que nos parecen insignificantes a nosotros, a otras personas les pueden parecer un mundo, y viceversa. Si no, cuántas veces has escuchado: “No te quejes, hay gente que está peor”.
Esos comentarios son muy dañinos, porque lo que hacen es quitar valor a lo que sientes y te hacen sentir mal, porque empiezas a pensar que te estás quejando por algo que “no tiene importancia”.
Busca ayuda profesional
Es por estas situaciones por las que ir al psicólogo es una de las mejores opciones, porque vas a encontrar un espacio seguro donde las cosas que cuentes no van a ser juzgadas, donde te vas a sentir acompañado en este proceso que se llama vida. Porque en el camino hay muchas piedras, y posiblemente nosotros no te cojamos en brazos para saltarlas, pero sí te daremos aquellas herramientas que te permitan esquivarlas, o incluso abrazarlas y aprender a vivir con ellas.
Por lo tanto, ¿has conseguido responder qué es la salud mental? Porque, para mí, es poder disfrutar del día a día, poder estar con la gente que quiero y que me quiere sin estar dándole vueltas a esos problemas que no sabemos resolver.
La salud mental debe tener la misma importancia que la medicina o que otros recursos que no nos lo pensamos dos veces a la hora de usar, porque mente y cuerpo, queramos o no, tienen la misma importancia. Pero hay una buena noticia: ¡igual que nos enseñaron a sumar o a restar, nos pueden enseñar a gestionar nuestras emociones y ser capaces de tener recursos que nos hagan estar en paz y preparados para darlo todo el día de mañana!