En el último año, los casos de trastornos alimentarios se han disparado un 20% afectando a más de 400.000 personas en España, en su mayoría jóvenes y adolescentes.
Andrea del Río, psicóloga de Actio Psicología (miembros de la red de profesionales de Yees!) y especialista en Trastornos de la Conducta, nos habla sobre la importancia de la prevención, la influencia de las redes sociales y el apoyo a los pacientes que la sufren.
¿Cuáles son las causas que desencadenan un TCA? ¿La prevención es posible?
Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) normalmente están asociados a factores socioculturales, familiares e individuales, es decir, no suele haber una única causa. La buena noticia es que es posible prevenir trabajando esos factores de riesgo.
Hoy en día, los programas de prevención suelen centrarse en la concienciación del ideal estético y la gestión emocional, que son dos elementos fundamentales en estos casos.
¿Cómo detectamos este tipo de trastornos?
Normalmente los factores que nos llaman más la atención se asocian con síntomas físicos, cambios en el estado de ánimo o en los hábitos sociales y preocupación excesiva por el peso y/o la figura. En cuanto al comportamiento, se suelen observar rutinas exigentes en relación con la comida, por ejemplo, hacer dietas estrictas, perder o ganar mucho peso en poco tiempo, hacer ejercicio físico excesivo…
Es importante identificar estas situaciones para actuar lo antes posible. Lo mejor es pedir ayuda profesional para hacer una evaluación de cada caso y trabajar sobre ello.
Con el auge de las redes sociales, y a raíz de la pandemia, han aumentado las consultas por TCA. ¿Cuál es el perfil del paciente?
Efectivamente, la pandemia ha sido un factor de estrés con muchas consecuencias a nivel psicológico. Además, las principales distracciones emocionales en el período del confinamiento iban relacionadas con la cocina y el ejercicio físico, lo cual influye inevitablemente.
El perfil del paciente no ha cambiado demasiado, lo identificamos con altos niveles de exigencia, falta de regulación emocional, mala relación con la comida desde edades tempranas… Pero la muchos comparten ese estresor común del confinamiento que favoreció la aparición del TCA.
Las consecuencias de un TCA van más allá de lo nutricional. ¿Cómo es de importante el apoyo psicológico para superar la enfermedad?
Los TCA son trastornos mentales que afectan a la manera de relacionarse con la comida y llevan asociadas consecuencias físicas así que el trabajo fundamental se hace a nivel psicológico. La alimentación es la punta del iceberg, pero debajo hay muchos factores que se deben trabajar en terapia para poder superarlo.
Muchas empresas ofrecen a sus colaboradores programas de apoyo psicológico y nutricional, ¿en qué mejora esto el bienestar y rendimiento de los trabajadores?
Por suerte, la salud mental va cogiendo cada vez más y más importancia en la sociedad, es imprescindible que trabajemos en nosotros mismos y nos cuidemos no sólo física sino psicológicamente. El hecho de que en las empresas exista este cuidado ayuda a normalizar la importancia de la salud mental, es muy positivo.
¿Qué papel juega la familia en el apoyo al paciente?
La familia es un eje fundamental, sobre todo en los pacientes que conviven con ella. Al fin y al cabo, la comida tiene un papel muy importante en el desarrollo familiar. Además, son apoyo muy importante en quien confiar, ya que el proceso suele ser largo…
La terapia para padres y familiares también es imprescindible ya que muchos de los aprendizajes que hemos tenido en relación con la comida, las emociones o las relaciones sociales, se hacen a través de nuestro núcleo familiar, por eso es importante que vaya en sintonía con lo trabajado en terapia.
¿Qué mensaje le daría a una persona que haya desarrollado anorexia, bulimia u otro trastorno similar y no se atreva a ir a terapia?
Le diría que entiendo que no es fácil tomar esa decisión y que esté resultando complicado lidiar con todas las situaciones nuevas que está viviendo. Darse cuenta de que “algo no va bien” no es un proceso fácil y seguro que está intentando solucionarlo lo mejor que puede. Le pediría que valorase la terapia como un recurso más, no hace falta que “pueda con esto sola” y hay personas que estamos aquí para ayudarle.