¡Ay, septiembre! Esa mezcla entre ilusión por los nuevos proyectos y ese pequeño (o gran) vértigo al abrir el calendario, ver la bandeja de entrada llena y recordar que… ¡volvimos! Pero, espera: en esta vuelta al trabajo, ¿dónde dejamos nuestro bienestar emocional?
Volver al trabajo puede remover más cosas de las que imaginamos. No es solo cuestión de madrugar o recuperar el ritmo, es también gestionar expectativas, asumir nuevas cargas, convivir de nuevo con tensiones o dinámicas que nos cuesta sostener. Por eso, hoy queremos compartirte algunas claves prácticas para que la vuelta al trabajo no se lleve por delante su salud emocional.
No corras: septiembre no es una carrera
Sabemos que muchas empresas viven este mes como el “nuevo enero”: todo empieza, todo se reactiva y parece que hay que estar al 120% desde el día uno. Pero… ¿quién puede funcionar así sin consecuencias? Dale espacio a tu cuerpo y mente para reacomodarse. Empieza con objetivos realistas, evita llenar la agenda hasta los topes y sobretodo: ¡respira!
Haz una pausa antes de decir “sí”
Después de las vacaciones, muchas personas quieren demostrar compromiso aceptando reuniones, tareas, retos. Pero decir “sí” a todo puede acabar drenando tu energía. Pregúntate antes: ¿Tengo capacidad real para esto? ¿Es prioritario? ¿Dónde queda mi bienestar emocional en esta decisión?
Dale un lugar a tus emociones. Aunque sea incómodas
Puede que estés más irritable, más triste, o con menos motivación. Es normal. Volver al trabajo y mantener el bienestar emocional a veces se siente como remar contracorriente. La clave está en reconocer lo que sientes sin juzgarte, y buscar espacios (personales con tu PAE) donde poder expresarlo.
Reorganiza tu autocuidado
Lo que te funcionaba en verano quizá no te sirva ahora. ¿Puedes meter pequeños momentos de autocuidado en tu día? Una mini pausa para respirar, una caminata corta a mediodía, reconectar con alguien del trabajo que te haga sentir bien… La vuelta al trabajo no debe ser sinónimo de abandono personal.
Activa tu PAE. No esperar a estar desbordado/a
Si en tu empresa ya tenéis activo un Programa de Apoyo al Empleado (PAE), ¡úsalo! Es confidencial, gratuito y está para eso: para acompañarte cuando sientes que no puedes con todo, cuando hay algo que se te hace bola, o cuando simplemente necesitar parar, hablar y recolocar. Y si aún no lo has usado nunca, septiembre es un momento perfecto para darte ese espacio. Porque cuidar de ti también es una forma de empezar bien el curso.
¿Y si este septiembre no lo hacemos como siempre?
¿Qué pasaría, si en lugar de exigirnos estar al 100% desde el minuto uno, nos diéramos permiso para empezar con calma, cuidarnos un poco más y hablar de cómo nos sentimos realmente? Porque si, la vuelta al trabajo y el bienestar emocional pueden ir de la mano.
Solo hace falta que empecemos a priorizarnos, aunque sea un poquito cada día.