Las luces, los regalos, las reuniones familiares… la navidad tiene un aire mágico, pero también puede ser una fuente de estrés. ¿Te has sentido alguna vez agotado entre cenas, compras y plazos laborales de última hora? No estás solo.
La temporada navideña es un maratón emocional. Mientras tratamos de cumplir con todo, solemos olvidar lo más importante: cuidarnos. Porque, aunque el calendario diga que es tiempo de descanso, el autocuidado no tiene vacaciones.
Aunque las fiestas son un momento especial, también pueden generar emociones intensas:
😣Estrés por el exceso de compromisos.
😔Nostalgia o tristeza por seres queridos ausentes.
🤑Presión financiera por los gastos adicionales.
🥱Agotamiento por querer cumplir con todo.
Si no prestamos atención a estas señales, corremos el riesgo de terminar las fiestas más agotados que cuando las empezamos. Entonces, ¿qué tal si este año hacemos las cosas de forma diferente?
Claves para el autocuidado durante las fiestas
👉🏻¿Todo tiene que ser perfecto? No. Evita cargarte de presión innecesaria. Las fiestas son para disfrutar, no para cumplir un check-list interminable. Prioriza lo que realmente importante para ti.
👉🏻Entre tantos compromisos, ¿cuándo fue la última vez que tuviste un momento para ti? Reserva al menos unos minutos al día para hacer algo que te guste: leer, caminar, escuchar música o simplemente respirar profundo. El autocuidado no tiene vacaciones, ni siquiera en medio de la locura navideña.
👉🏻No puedes estar en todas partes ni cumplir todas las expectativas. Es válido decir “no” a planes que te generen más estrés que alegría.
👉🏻La presión económica puede generar ansiedad. Planifica tus gastos y busca alternativas creativas para celebrar sin quedarte sin recursos.
👉🏻¿Has probado a estar presente en el momento? Durante las cenas, los encuentres o incluso mientras decoras, intenta enfocarte en lo que estás haciendo y sentir gratitud por ello. El mindfulness puede ayudarte a vivir estar experiencia con más calma y disfrute.
¿Y si el trabajo no da tregua?
Muchas personas, especialmente en sectores de alta demanda, enfrentan jornadas intensas durante estas fechas. Si este es tu caso, recuerda la necesidad de priorizar tus tareas y delega cuando sea posible. Aprovecha los descansos para desconectar, aunque sea por pocos minutos. Habla con tus compañeros o superiores si te sientes sobrecargado.
El autocuidado no tiene vacaciones porque tu tampoco dejas de ser importante, ni siquiera en medio de la vorágine navideña. Cuidar de tus emociones no es egoísmo, es una forma de recargar energías para disfrutar de esta época y de lo que viene después.
Así que este año, hazte un regalo: priorízate. Porque cuando tú estás bien, todo a tu alrededor también lo estará.