La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones percibidas como amenazantes o desafiantes. Para la psicóloga Mar de Manuel, esta reacción, aunque incómoda, también puede ser una aliada al alertarnos de que algo no está funcionando. Pero, como bien menciona, “no es lo mismo que la ansiedad te controle, a que tú aprendas a gestionarla”.
El primer paso es entender qué está pasando y por qué. Mar subraya que identificar las manifestaciones específicas de la ansiedad en cada persona es crucial.
“Acompaño a las personas para que sean ellas mismas quienes reconozcan sus propias señales. Es mucho más terapéutico cuando el descubrimiento viene de dentro”.
Una vez reconocida, es hora de actuar. Mar explica que utiliza herramientas adaptadas a cada individuo porque “lo que funciona para uno no siempre sirve para otro”. Entre las técnicas que menciona, las de relajación son de las más efectivas. “Imagina tener un recurso sencillo y eficaz para enfrentarte a un día difícil”.
El papel de los Programas de Apoyo al Empleado (PAE)
“El ser humano no es compartimentado”, afirma Mar, destacando cómo la ansiedad laboral afecta inevitablemente otras áreas de la vida. Por eso, los PAE son esenciales. Ofrecen un apoyo integral y confidencial que beneficia tanto al empleado/a como a la empresa. Mar insiste:
“Un entorno laboral que prioriza el bienestar emocional incrementa la productividad y el compromiso de los trabajadores/as”.
Además, enfatiza la importancia de que estos programas sean accesibles y de calidad.
“Los empleados/as debe sentir que el apoyo está disponible de manera fácil y rápida, en cualquier momento que lo necesiten.”
¿Y tú, que puedes hacer hoy?
Si sientes que la ansiedad está presente en tu vida, toma un momento para reflexionar: ¿qué podrías hacer para empezar a gestionarla? Como dice Mar, “es mejor prevenir que curar”. Aprender una técnica de relajación, buscar apoyo profesional o simplemente darte el permiso de sentir y comprender tus emociones puede ser el primer paso hacia un bienestar emocional pleno.
La ansiedad no tiene que controlarte. Tú puedes tomar el control y hacer de ella una oportunidad para crecer.