Hacer una visita al psicólogo/a por primera vez puede generar muchas emociones en los niños/as y adolescentes: curiosidad, nerviosismo e incluso miedo. Como padres, queremos que se sientan cómodos y comprendidos, pero ¿cómo podemos ayudarlos a enfrentar esta experiencia sin que entren en pánico?
Preparando el terreno: normalizar la experiencia
La forma en que presentamos la visita al psicólogo/a influye mucho en cómo lo percibirá nuestro hijo/a o adolescente:
✅Explícale que ir al psicólogo/a es tan normal como ir al médico cuando algo duele. “¿Verdad que vamos al médico si nos duele la cabeza? Pues con el psicólogo/a pasa lo mismo, pero con las emociones.”
✅Evita etiquetas como “problema” o “necesita ayuda urgente”. Mejor preséntalo como un espacio donde podrá hablar libremente y entender mejor lo que siente.
✅Refuerza la idea de que no está solo/a. si alguna vez has ido a terapia, compártelo. Saber que otras personas también lo han hecho ayuda a reducir el miedo.
Preparar el ambiente emocional
✅Escucha sus inquietudes. ¿Le preocupa no saber qué decir? ¿Tiene miedo de que le hagan preguntas difíciles? Hablarlo antes puede ayudar mucho.
✅Usa cuentas o películas en el caso de niños/as y referencias de la cultura pop en el caso de adolescentes. Existen libros infantiles sobre emociones y terapia que pueden ayudar a que los más pequeños comprendan mejor de qué se trata. Para los adolescentes, series o películas que hablen de salud mental pueden ser más útiles.
✅Evita las sorpresas. Si ya tienen la cita programada, recuérdaselo con anticipación y explícales cómo será el proceso. Saber qué esperar siempre ayuda a reducir la ansiedad.
Durante la consulta
✅Si el profesional lo permite, acompáñalo/a al inicio para que se sienta seguro/a.
✅No lo/a presiones a hablar de inmediato. Deja que el psicólogo/a establezca el ritmo.
✅Refuérzale la idea de que puede confiar en el especialista y que todo lo que diga será para su bienestar.
Después de la primera sesión
✅Pregunta cómo se sintió, sin forzarle a dar detalles de si no quiere.
✅Refuerza lo positivo: “me alegra que hayas ido, lo hiciste muy bien”.
✅Mantén la comunicación abierta y muestra interés en su proceso sin presionar.
Llevar a un niño/a o adolescente al psicólogo no significa que algo esté mal con él/ella, sino que estamos comprometidos con su bienestar emocional. Con paciencia y acompañamiento, podemos hacer que esta experiencia sea enriquecedora y positiva.
¿Has acompañado a tu hijo/a o adolescente a su primera sesión de psicología? ¿cómo fue? Déjanos tu comentario.