¿Cuántas veces te has detenido a escuchar cómo se siente alguien realmente? A veces, estamos tan ocupados con nuestras propias preocupaciones que olvidamos un acto esencial: validar las emociones de las personas a nuestro alrededor. Este simple gesto puede marcar una gran diferencia en cómo se siente alguien en su día a día, mejorando sus relaciones y su bienestar emocional.
Pero ¿Qué significa validar las emociones?
Validar las emociones no significa necesariamente estar de acuerdo con lo que la otra persona siente, sino reconocer sus sentimientos y hacerles saber que son importantes. Es decirles “entiendo que te sientas así” o “es normal sentir eso”. Todos, en algún momento, hemos pasado por situaciones en las que solo queríamos que alguien nos escuchara y comprendiera. Sin juzgarnos.
Este pequeño acto tiene un poder transformador. Cuando validamos las emociones de los demás, les estamos diciendo que lo que sienten es válido, que no están solos en su experiencia y que sus emociones son entendibles. ¿Quién no se sentiría mejor al saber que entienden sus emociones y que por supuesto, importan?
Cuando validamos las emociones de las personas a nuestro alrededor, creamos un entorno de confianza y apoyo emocional. Las relaciones, ya sean personales o laborales, se vuelven más sólidas y profundas. Esto es especialmente importante en el lugar de trabajo, donde a menudo las emociones se dejan de lado en favor de la productividad.
¿Cómo podemos empezar a validar las emociones de los demás?
Empezar a validar las emociones de los demás es más sencillo de lo que parece. Aquí tienes algunas ideas que puedes poner en práctica desde hoy:
✅Escucha activamente: a veces, solo con escuchar ya estamos validando. Deja que la otra persona exprese lo que siente sin interrumpir.
✅Evita juzgar o minimizar: frase como “no es para tanto” o “no deberías sentirte así” son contraproducentes y pueden hacer que la persona se sienta incomprendida.
✅Reconoce la emoción: decir cosas como “entiendo que esto te haya hecho sentir mal” o “parece que esto es importante para ti” puede ser muy reconfortante para la otra persona.
✅Ofrece apoyo: después de validar la emoción, es importante ofrecer tu apoyo: “estoy aquí si necesitas hablar más sobre esto”.
✅No tienes que tener respuesta siempre: escuchar y validar no significa tener una solución a lo que ocurre. A veces es importante que digamos: “no sé qué decir, pero gracias por compartirlo conmigo”.
¿Emociones en el trabajo?
En el trabajo, validar las emociones puede ser un acto poderoso. A menudo, los empleados pueden sentir que sus emociones no tienen cabida en el entorno laboral. Pero ¿y si cambiamos esa percepción? Validar las emociones en el trabajo no solo fomenta un ambiente de respeto, sino que también refuerza el compromiso y la motivación de los empleados/as.
Si un/a compañero/a de trabajo expresa frustración o ansiedad, en lugar de ignorar esos sentimientos, tomarte un momento para reconocer lo que está sintiendo puede cambiar completamente el ambiente. Un simple “entiendo que esto puede ser estresante para ti, ¿quieres hablarlo?” puede abrir la puerta a una conversación más honesta y productiva.
Validar las emociones de las personas a nuestro alrededor es un acto simple pero muy poderoso. No solo mejora nuestras relaciones personales, sino que también fortalece el entorno laboral, promoviendo una cultura de empatía y respeto. Así que la próxima vez que alguien a tu alrededor exprese como se siente, recuerda: validar sus emociones puede ser el primer paso hacia una conexión más profunda y significativa.
Y antes de finalizar, hablando de empatía, te compartimos este pequeño vídeo que lo ejemplifica muy bien.
¿Qué opinas al respecto? ¿Validas las emociones de los demás y sientes que las tuyas las validan? ¡Te leemos!
2 respuestas
¡Enriquecedor! Validar las emociones es una habilidad tan sencilla en teoría, pero tan desafiante de aplicar, sobre todo en un entorno como el nuestro de Funerario, donde el ritmo de trabajo puede ser muy intenso. La escucha activa que mencionas es sin duda el primer paso, y muchas veces también el más difícil, ya que requiere poner en pausa nuestras tareas y centrarnos totalmente en la persona, un gesto que puede marcar una gran diferencia. Me ha gustado especialmente cómo explicas la idea de validar sin juzgar o dar soluciones inmediatas; a veces, simplemente escuchar y reconocer lo que el otro siente puede ser más sanador de lo que imaginamos. Este enfoque ayuda a crear un ambiente más empático y respetuoso, algo esencial en nuestro trabajo diario con familias que atraviesan momentos difíciles. ¡Gracias por este recordatorio tan valioso!
¡Muchas gracias por tu comentario! Validar las emociones es una tarea complicada de llevar a cabo pero también es muy bonita. 💜